viernes, 8 de mayo de 2009

No puede ser

La Hermandad de Nuestra Señora de Araceli sufrió ayer otro atentado de aquellos que no están de acuerdo con la Iglesia. Durante la predicación, pronunciada por Antonio Pérez Delgado, una mujer que había entrado en la iglesia de San Andrés-suponemos que atraída por el valor artístico de las piezas- emprendió a gritos desde los pies del templo contra el celebrante, que acababa de hacer un comentario sobre el Santo Padre Benedicto XVI. La fémina empleó toda clase de insultos vejatorios para hablar del Papa, de la Iglesia y de nuestra fe. Tuvo que ser expulsada del templo por el sacristán y otros fieles que, indignados por los comentarios que hacía, habían llegado adonde estaba ella para intentar solucionar la situación. Una vez fuera de la iglesia, siguió gritando hasta que tuvo a bien marcharse. No sólo pintadas, también voces, siguen atacando nuestras hermandades.

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