miércoles, 17 de marzo de 2010

EL CACHORRO EN EL BESAMANOS DE LA ESTRELLA


El sábado trece de marzo, ya anochecido este primaveral día, gracias a Dios, cuanto echábamos de menos un día así ya, y en pleno Bendito Besamanos de la Virgen. Tuvimos una portentosa visita. Una extraordinaria visita.
El Cachorro entraba en nuestra Capilla.
Como ya es sabido la Hermandad del Cachorro realizaba en la tarde noche de este sábado un Vía Crucis por las calles de Triana para recaudar fondos para los damnificados del terremoto de Haití. Una salida extraordinaria para una causa también extraordinaria.
Imponente la imagen que tallara Ruiz Gijón y que tan gran devoción tiene más allá incluso de nuestras fronteras.

La octava Estación, corresponde a nuestra Hermandad y en nuestra Capilla. Y allí llegó el Cristo de la Expiración, el que inspira para expirar, el que nunca muere en Triana y que hace cada vez que sale a la calle, que se corte la respiración de todo aquel que lo admira y le reza.
La calle de San Jacinto era un hervidero de personas, dos grandes citas, El Cachorro y La Estrella, majestuosa en su Besamanos.

Fila de cirios de nuestros hermanos de la Estrella que también lo son de la Corporación de la calle Castilla. Fila de luz y respeto, de amor y admiración.

Nuestro Hermano Mayor, con el Estandarte y varas se encontraban en el dintel de la puerta de la Capilla Al fondo, Ella esperaba el encuentro con su Hijo. De Reina Soberana, de Estrella Radiante y Estrella de los Mares, bella como nunca esperaba también a es Hijo Expirante que vive al final de la calle Castilla y que de manera extraordinaria y por un causa tan cristiana iba a encontrarse con su Madre.

Hasta donde pudo llegar, hasta donde le dejo las personas que estaban dentro de la Capilla, llegaron las andas del Cristo de la Expiración. Allí se encontraron a menos de 10 metros Una del Otro, Madre e Hijo, Estrella y Cachorro. Se cantó por parte de la Coral que acompaña al Señor en su Vía Crucis y se rezó la octava estación.
Al poco salió de la Capilla como había entrado, con su impresionante figura y con el rachear de los hermanos que lo portan. Apenas 15 minutos que para muchos será un eterno recuerdo de un instante.
Miembros de la Junta de Gobierno y algunos hermanos fueron invitados a llevar las andas durante un buen trecho de la calle de San Jacinto.
Apuntemos en el libro de nuestra historia, que un sábado 13 de marzo, día de Besamanos de la Virgen, El Cachorro estuvo en nuestra Capilla y en los corazones de todos los hermanos de la Estrella.

Fuente: Web de la Hermandad de la Estrella




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