martes, 2 de noviembre de 2010

La Macarena rechaza colocar la escultura de Juan Pablo II en su atrio

No hubo fumata blanca. La junta de gobierno de la Hermandad de la Macarena rechazó la propuesta de su hermano mayor, Manuel García García, para que el monumento al Papa Juan Pablo II se colocara en el atrio de la basílica a la espera de encontrarle una mejor ubicación en la ciudad. Los oficiales, reunidos en la noche del martes en cabildo ordinario, no se mostraron favorables a la idea, al considerar que el recinto de acceso al templo de la Macarena no era el lugar más indicado para acoger un monumento de estas características.


La iniciativa de que la escultura del Pontífice, que está ultimando el profesor de Bellas Artes e imaginero Juan Manuel Miñarro, pudiera contemplarse en el atrio macareno fue exclusiva del hermano mayor, quien consideró que la Hermandad de la Macarena podría darle el cobijo que el Ayuntamiento de Sevilla le negaba. Por ello, el pasado lunes, Manuel García telefoneó al escultor para hacerle saber que existía esa posibilidad, que ahora, y tras el rechazo de los oficiales de su junta de gobierno, queda descartada.

Tras esta negativa, los promotores de la escultura al Papa polaco tendrán que buscar una nueva ubicación para el monumento de broce que tendrá una altura aproximada de cuatro metros.

La primera intención de los promotores del proyecto, encabezado por José María González-Alorda y Francisco Valderrama, era que la escultura del Papa que visitó Sevilla en los años 1982 y 1993, fuera situada en el entorno de la Catedral y la Avenida de la Constitución, concretamente, en la esquina suroeste del monumento, delante del famoso magnolio. Tanto el Ayuntamiento como la delegación provincial de Cultura de la Junta de Andalucía han mostrado escaso interés en el proyecto de este grupo de católicos que incluso han realizado una cuestación pública para sufragar los gastos de la escultura, unos 90.000 euros.

La escultura no sólo ha levantado polémica entre sus promotores y las administraciones, sino también entre los propios ciudadanos. La plataforma Iniciativa Sevilla Abierta comenzó una campaña social para que el monumento no se erigiera en la Avenida de la Constitución, y sí en el interior de un recinto religioso.

Juan Manuel Miñarro se encuentra en estos días dando los últimos retoques al modelo que servirá, posteriormente, para fundir la escultura de bronce, tarea que podría llevarse a cabo a finales de este mismo año, o principios de 2011.

 
Fuente: DIARIO DE SEVILLA

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